Para empezar este nuevo año tengo una historia que contarles.
Cuando yo era una niña pequeña como Taiyari mi papá que era arquitecto empezó a diseñar y luego a construir una casa. Esa casa está en la calle de Tajín en la colonia Narvarte. Esa casa tenía una recámara para los niños que eran tres y otra para las niñas que éramos dos. Esa casa también tenía tres habitaciones especiales que mi papápensó que eran muy necesarias: un cuarto de costura para mamá, un cuarto de estudio que tenía un enorme librero que espero un día llegue a Paidós y otro cuarto: el de juguetes.
En esa casa también había un jardín con dos enormes árboles entre los que mi papá colocó un columpio. Mis hermanos mayores Juan y los gemelos Gloria y Felipe se apropiaron del jardín y hacían toda clase de vueltas y saltos en el aire. Yo, en cambio me apropié del cuarto de juguetes y ahí instalé una escuelita con un único alumno vivo, mi hermano Ricardo que era el menor. Puse muchas cajas de zapatos como pupitres y tras ellas acomodé mis osos, muñecas y muñecos. Para completar el grupo hice unos alumnos de cartón. Ahí pasamos muchas tardes mi hermano Ricardo y yo. A él le inventé un nuevo nombre: Manuel Gordán. Realmente no sé de dónde lo saqué. Me acuerdo de otros nombres: los osos eran Paco, Rosita, y Pedro Correa, la muñeca de porcelana que me había heredado mi madrina era Lupita, el muñeco de paja en su caballo era Joaquín y otra muñeca, regalo de navidad, era Cinderela Peredo. Puse un pizarrón y daba clases todas las tardes, les hacía sus cuadernos, sus tareas y hacíamos fiestas donde bailaban y cantaban para las invitadas que eran mi madrina Lupita, mi tía Silvia y mi mamá Gloria. Éramos muy felices en esa escuelita y creo que ahí se gestó la idea de Paidós.
Uno de estos días en que estábamos preparando la escuela para este ciclo escolar 2017-2018 alguien me preguntó qué era lo diferente de Paidós y otras escuelas. Me acordé de la escuelita de Tajín y de lo felices que éramos Ricardo y yo y pensé que eso pasaba ahora en Paidós. Dije que aquí los niños y las niñas aprendían cómo era el mundo, los continentes, nuestro país y nuestra ciudad, pintando en el patio de la escuela mapas enormes donde se podían poner leones en África o tortugas en las cosas de México que dan al Pacífico. Expliqué también que aquí niñas y niños tenían su propio museo donde había mandíbulas de tiburones, colecciones de insectos, fetos diversos y también una reproducción del hombre de Tlatilco, que es el símbolo de Paidós. Mencioné que aquí todos cuidábamos a nuestras mascotas Lucas, Sonia, Luny, Miruska, Josefina, Puzo, Pintis, Biyei, Cristina y Yocasta. También nos encargábamos de dar de comer diariamente a Lorenza Caramelo, la tortuga dueña de una gran tortuguera. Hablé de los juegos para aprender matemáticas como el Banco de unidades y de fracciones, el arquitecto y la tiendita, así como de la Jornada Matemática. También dije que aquí los niños no hacían planas, ni copias, sino sus propios libros, los de vida, los de mamá y papá, los de Historia, los de maestras y maestros; y que además recibían los libros que mamá y papá les escribían el día de la niña y el niño. Agregué que, en Paidós, a las niñas y a los niños les encantaba leer y escribir; podían apasionarse por las historias de Ardilla Miedosa, o el gato asesino, o leer las 606 páginas de Corazón de tinta de Cornelia Funke; pero nunca, nunca, leerían por obligación. En nuestra escuela, niñas y niños les escribían a amigos de otros lugares de México como Oaxaca y Chiapas, o del mundo como de Santiago de Chile, Uruguay, Campiñas en Brasil, París, España, Suiza, Bulgaria y Palestina. Expliqué también que aquí hacíamos fiestas como en mi escuelita donde bailábamos y cantábamos, el día de Muertos, el Cascanueces en Navidad, la de Integración Nacional y el gran, gran festival de teatro escrito auténticamente por las niñas y los niños.Además, aquí no se aprendía una historia aburrida de fechas y batallas, sino que se hacía teatro y muchos dibujos y mapas históricos para interpretar al pasado. Por otro lado, las niñas y los niños cuidaban muchísimo al planeta, reciclando el PET, el tetra pack, el papel, el cartón, el aluminio, el vidrio, las pilas, el terracycle, las latas y hasta el unicel. Todo eso hace de Paidós una escuela diferente. Pero lo que la hace más especial es la gente que está en ella. Esas personas: las niñas, los niños, las maestras y los maestros, las mamás, los papás, las abuelitas, los abuelitos, las tías y los tíos son únicos, irrepetibles, extraordinarios, llenos de esperanza, de conciencia y de amor.
Es por ello que hoy recibimos a esas personas únicas:En maternalal más pequeño de la escuela, Edrick, y en Jardín 1 a Taiyari, Paula e Indahani con su maestra Elo.
En jardín 2 a Said, Santiago, Zyanya, Miranda, Sabina, Domingo, Yeshua, Julieta, Ana Lucía y Gabriel con su maestra Elena.
En prepi a las Reginas, Regina Almengor, Denisse Regina, Ximena Regina, Regina González y Regina Reyes. También a Emma, Yahir, Hack, Mauro, Sofía Selene que quiere llamarse Emilia Luna, Atenea, Frida, Martín, Aristeo y Bruno con su maestra María.
En 1º a Brisa, Kaiao, Alma Itzayana, Ma. Inés García y Ma. Inés González, Mei, Lucas, Emilio, Diego, Camila, Federico, Iyari, Matilda, Santiago Noah, Johann, Celeste, Mateo, Elías y Julián con su maestra Lilia.
En 2º a Luciana, Azul, Adrián, León, Ana Lucía, Vladimir, Emilio, Alicia, Camilo, Emiliano Balam, Luz Helena, Óscar, Lucio, Máximo Balam, Alondra, Azury y Coraline con su maestra Nelly.
En 3º a Naia, Ari, Elisa, Aleida, Ulises, Rodrigo, Manuel, José Carlos, Naomy, Samuel, Mateo y Faustino con su maestro Marco.
En 4º a Mateo, María Fernanda, Jacinta, Máximo, Emiliano, Ayelén, Akil, Sebastián, Darshan, Daniela, Balam, Tupak, María Luna, Itawi, Nube, Dylan, Javier Emiliano, Rodrigo, Itzayana y Jimena con su maestra Francis.
En 5º a Luna Sabina, Leo, Mateo, Yago, Duna, Emiliano Chávez, Carlos, Regina, Santiago, Javier Emiliano, Amanda, Luis Daniel, Asad, Samantha, Emiliano Rojas y Fernando con su maestra Laura.
En 6º a Natalia, Julieta, César, Ana Paola, Rodrigo, Álvaro y Katia con su maestro Juan Carlos Pato.
También están las maestras especiales: Lu para Matemáticas, Mai para danza, canto y teatro, Iso para correspondencia, cultura editorial, periodismo, biblioteca y arte, Claudia para pintura, Fer para correspondencia y taller literario, Valentina y Crise para teatro y Tere para historia de 6º y directora. Nelly seguirá dando también Matemáticas, Elo Educación Física, Lau Ciencias, Pato historia y pintura, Francis y Lu en el psicopedagógico. María Coyotl seguirá como secretaria y Carmen y Rosita en el mantenimiento de la escuela.
Todas y todos, junto con las familias Paidós formamos una gran comunidad que este día 21 de agosto, día de eclipse de sol reiniciamos con gran emoción el ciclo escolar.
¡Bienvenidas y bienvenidos!